Las fotografías de la ceremonia de la misa celebrada en la capilla de Les Corts fueron recurrentemente publicitadas por el régimen en las Memorias anuales del Patronato de Redención de Penas por el Trabajo.
Como tantas otras, se trata de imágenes atemporales que pretendían ilustrar la “asistencia espiritual” ofrecida a las reclusas. Se ha incluido también la única imagen de la formación en el patio de Les Corts aparecida en las memorias anuales del Patronato.
La práctica de los deportes constituía una referencia obligada en las publicaciones del régimen sobre el universo carcelario. Para el caso de las mujeres, el baloncesto era el deporte más frecuente, conceptuado como un “deporte femenino”. La formación de equipos deportivos reflejaba también la capacidad organizativa de las reclusas políticas, a la vez que significaba un estímulo para sobrevivir a la prisión.
