Demolición de La Presó Vella

1936 agosto

La Presó Vella había encarnado durante todo el primer tercio del siglo XX el imaginario social de la galera o prisión de mujeres de mala fama y todavía peores condiciones de habitabilidad, denunciadas de manera recurrente durante años. El edificio, un antiguo convento, estaba situado entre la Ronda de Sant Pau y las calles Reina Amalia y Lealtad, actual plaza de Folch i Torres del barrio del Raval.

En 1838 fue habilitada como prisión mixta. En 1904, con la inauguración de la Prisión Modelo para varones, pasó a convertirse en cárcel para mujeres y niños pequeños.

 

Desde entonces, ya encerrada dentro del centro urbano debido al espectacular crecimiento del Ensanche, las denuncias sobre el lamentable estado del edificio no cesaron, tanto en la calle como en el Parlamento. 

Diversas fotografías realizadas en la década de los años veinte por el reportero Gabriel Casas recogieron este espíritu de denuncia.

 

En 1929, el periodista Domènec de Bellmuntt firmó un reportaje con fotografías de Josep Brangulí en el que también criticaba las condiciones de habitabilitat del edificio.

En diciembre de 1930 había 36 reclusas, la mayoría de entre veinte y treinta años, vigiladas por ocho monjas paúlas. Desde 1880, las Paúlas o Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl se encargaban de la administración y vigilancia de los establecimientos penitenciarios femeninos en España.

 

La histórica jornada de la proclamación de la Segunda República incluyó, como ritual revolucionario, el asalto de la Presó Vella, la liberación de las presas y la quema del archivo junto con sus fichas antropométricas, a manera de síntoma de la impopularidad de la cárcel.

No por casualidad, muchas de las jóvenes de aquellas barriadas obreras del Distrito Quinto o Barrio Chino se habían visto empujadas a prostituirse y habían acabado en la prisión, donde eran encerradas recurrentemente por cortos períodos -"quincenas"- a cambio del pago de multas. De ahí el nombre de “quincenarias” con que eras conocidas en el argot carcelario.

 

Pero las reformas republicanas pasaron de puntillas por la Presó Vella. Todo siguió igual, excepto que las Paúlas fueron sustituidas por funcionarias del nuevo cuerpo femenino creado por Victoria Kent en los años 1931-1932.

El aumento de presas políticas y "sociales" -detenidas con ocasión de huelgas y conflictos laborales- en un clima de creciente tensión obrera, unido a las condiciones del edificiio y a la escasez y precariedad del nuevo personal, hizo que la Presó Vella se convirtiera en el peor destino posible para las nuevas funcionarias.

No fue hasta el intento de golpe y el estallido revolucionario del 19 de julio de 1936 cuando la Presó Vella fue nuevamente asaltada por la multitud y las presas desalojadas de manera definitiva. 

La frase "Esta casa de torturas fue cerrada por el pueblo en 1936" podía leerse en una pancarta al lado de una bandera rojinegra, colgada de una de las ventanas de la nueva ruina, según informó en su momento el escritor y periodista Langdon-Davies

Un mes después, la mañana del 21 de agosto, el nuevo alcalde de Barcelona, Carles Pi i Sunyer, de Esquerra Republicana de Catalunya, quiso escenificar la destrucción del “viejo orden” inaugurando solemnemente las obras de demolición.

Lo hizo en compañía del nuevo Comité de Prisiones de la Generalitat, presidido por Josep Maria Imbert, quien hizo entrega del solar al alcalde al tiempo que anunciaba el nuevo régimen penitenciario que se pretendía implantar en Cataluña.

Fonts: PLAZA, E. (2020): La vieja cárcel de la calle Amalia. Barcelona; DE BELLMUNT, D. (2009): La Barcelona pecadora. Barcelona; HERNÁNDEZ HOLGADO, F. (2013): “Cárceles de Mujeres del novecientos: una práctica de siglos”, en OLIVER OLMO, P. (Coord). El siglo de los castigos. Prisión y formas carcelarias en la España del siglo XX. Barcelona, pp. 145-187; (2022), "De Correccional General de Dones a prisión provincial del franquismo: la Cárcel de Mujeres de Les Corts (1936-1955)", en RICART ULLDEMOLINS, N., GUIXÉ COROMINAS, J. y HERNÁNDEZ HOLGADO, F.: Un lugar inacabado: espacio de memoria, monumento cárcel de mujeres de Les Corts, València, pp. 26-80LANGDON-DAVIES, J. (2009): Detrás de las barricadas españolas. Barcelona, p. 163; La Vanguardia, 15-4-1936; 19-7-1936; 20-2-8-1936; 22-9-1938; 26-8-1936; y 30-10-1936.